En estos días especiales que todos estamos en casa en confinamiento, es momento de aprovechar el tiempo y de reflexionar.
Aquí os dejo una reflexión personal de nuestra querida directora de estudios Edu Balboa
¿Qué voy hacer todo el día encerrada en casa?
¿Qué vais hacer alumnos de la Escuela Miguel Griño?
¿…y los Profesionales de la Peluquería?
Reflexionar.
Es, por tanto, ahora, una buena ocasión para la reflexión, para establecer una amistad profunda y mantener largas conversaciones contigo misma o contigo mismo, y ver qué cosas pendientes tengo por mejorar.
De este confinamiento, sería un gran logro salir siendo capaz de disfrutar de tu propia presencia, de tu vida, de las personas que te rodean, de tus estudios y de tu trabajo. De hecho, sería un éxito mayúsculo.
Date cuenta, de que, si tienes una casa en la que poder estar durante estas semanas, y en ella no va a faltar seguridad, agua, electricidad, calefacción y comida, es que estás, entre los más afortunados del planeta, por lo que es momento también, de cultivar el agradecimiento, por lo que ya se tiene, en lugar de entrar en la queja.
Y en última instancia, si volvemos al “hacer”, puedes cultivar la lectura, la música, el dibujo, leer aquellos apuntes del curso que querías repasar, ordenar ese armario para el que nunca encontrabas tiempo, aprender fotografía, conocer mejor a los seres con los que convives, revisar tu vida, tu profesión, tus proyectos, … En definitiva, re-descubrir en qué más puedes estar disfrutando con tu propia presencia y la de quiénes te rodean.
De todos modos, en estos momentos, en el confinamiento, y para los llamados a estar confinadas(os), es un buen momento para entrenar el pasar del “hacer…” al “ser”.
Reflexionar: ¿Cuántas veces nos hemos quejado de tener que ir a estudiar o a trabajar y hubiéramos deseado mejor quedarnos unos días en casa?
Valoraremos esto, que en otros países u otras personas no tienen: salir a estudiar o a trabajar, tener una profesión y disfrutar de la posibilidad de salir a la calle para dirigirme a él o para ampliar mi formación.
También tenemos al grupo de los voluntariosos, los que quieren hacer algo “especial” por los demás. Aquí tenemos una reflexión, de cuando la acción correcta puede ser la no-acción.
Fíjate, lo que más puede contribuir al bienestar común, en este caso, si tu profesión no va asociada a cuestiones sanitarias, alimentarias, periodísticas o de organización de país, repito pues, tú mejor acción es no hacer nada y estarte quieto.
Efectivamente es una contribución silenciosa, sin público, sin que nadie te dé una palmada en la espalda. ¿Somos capaces de contribuir al bienestar común desde nuestra más absoluta discreción?
Enlazando con el anterior apartado: Muchas veces estamos queriendo “hacer” para contribuir al bienestar general, y nos sentimos a gusto en manifestaciones de nuestra actividad, dónde experimentamos esa sensación de cohesión entre unos y otros, que no tiene una manifestación física de contacto, sino que va a ser una unidad invisible, una unión entre personas anónimas en cualquier parte planeta. Todos juntos con nuestra acción de no movernos, sostenemos la vibración de unidad de la raza humana.
Esta etapa de reflexión, también ha de servirnos para poner encima de nuestra mesa, ideas y proyectos de futuro, nuestra mejora como personas y la mejora de nuestra actividad profesional. ¿Qué hemos de dejar atrás… como esta epidemia y que nos llevaremos hacia delante con nosotros?
Tenemos que marcarnos un camino diario de descubrimiento y aprendizaje de aquello que nos es necesario para nuestra profesión, para que nuestra actividad, llegue y aporte más riqueza y más bienestar emocional.
El tiempo de volver, cada vez está más próximo y hemos de tener toda la energía y la fuerza para llenar de nuevas ideas y proyectos nuestras vidas, nuestros estudios y nuestro trabajo y poder compartirlo con los demás, pensando siempre en la mejora y la excelencia de la Peluquería.
Para acabar estas reflexiones quiero añadir otras que se hicieron antes por otras personas y que guardan su mensaje, podríamos dedicar unos minutos a pensar cada una de ellas:
El baile es una forma de llegar a la belleza, de dominar cada musculo y lanzar-lo a la felicidad. Maurice Bejart
Sólo por la belleza del regreso se explica la existencia de un sentimiento tan desinteresado como la nostalgia. Maruja Torres.
En una bandada de blancas palomas, un cuervo negro añade más belleza incluso que el candor de un cisne. Giovanni Boccaccio.
Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad? Albert Einstein.
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil. Ernesto Sábato.
En la tierra nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para infundir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde y debilitar la envidia y el odio, como la Música. Martin Lutero.
La belleza es un acuerdo entre el contenido y la forma. Hanrik Ibsen.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Confucio.
La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad. Simone de Beauvoir.
Opino que lo que se llama belleza, reside únicamente en la sonrisa. León Tolstoi.
El misterio es la mitad de la belleza. Fagus.
La soledad es necesaria para gozar de nuestro propio corazón y para amar, pero para triunfar en la vida es preciso dar algo de nuestra vida al mayor número de gentes. Stendhal.
La Peluquería es una forma de llegar a la belleza, a través del cabello y lanzar-lo a la felicidad de las personas.
Pensar, reflexionar, proyectar ilusiones, ideas, construir, compartir, …nos ayudan a que el final del confinamiento esté más cerca.